Celebración de Nuestra Señora del Pilar y 40 Años de Vida Sacerdotal del P. José Rivera Maldonado en Canóvanas
- Miguel Ángel Rivera Arroyo
- 12 oct 2024
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Por: Miguel Ángel Rivera Arroyo
Editado por: Rvdo. P. Jonathan E. Pabón Tirado
12 de octubre de 2024

La tarde del sábado 12 de octubre de 2024 fue un día de gran júbilo para la comunidad parroquial de Nuestra Señora del Pilar en Canóvanas. No solo celebraban su fiesta patronal en honor a la Virgen del Pilar, sino también los 40 años de vida sacerdotal de su querido párroco, el Padre José Rivera Maldonado. Esta ocasión especial reunió a la feligresía en una eucaristía presidida por el propio P. José, marcada por la emoción y una nutrida asistencia de fieles.
El P. José Rivera Maldonado fue ordenado sacerdote el 17 de agosto de 1984, por manos del entonces obispo de Caguas, Monseñor Enrique Hernández Rivera, en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario en Naguabo. Su lema sacerdotal, "Ungido para siempre en medio de la gente", ha guiado sus 40 años de ministerio, caracterizados por su cercanía a la comunidad y su dedicación al servicio pastoral.
Entre los asistentes a la celebración, destacó la presencia de Monseñor Luis Francisco Miranda Rivera, obispo de la diócesis de Fajardo-Humacao, quien también conmemoraba sus 40 años de servicio sacerdotal. Mons. Luis no solo se unió a la celebración, sino que leyó y entregó una bendición apostólica enviada por el Papa Francisco, un gesto que emocionó profundamente a la comunidad.
En un acto de devoción, Mons. Luis ofreció a la Virgen del Pilar una pañoleta que había traído de su último viaje a Zaragoza, lugar donde se encuentra el santuario de la Virgen del Pilar.
La homilía estuvo a cargo del P. Héctor Díaz, sacerdote de la diócesis de Caguas y gran amigo del P. José. En sus palabras, el P. Héctor destacó los valores marianos y el profundo significado de la vida sacerdotal. "Quien tiene contacto con María se llena de gozo y santidad", afirmó, aludiendo a la importancia del ejemplo de la Virgen en la vida cristiana. Además, resaltó cómo la figura de la Virgen del Pilar inspira confianza en el plan de Dios y perseverancia en la oración.

Al finalizar la misa, la comunidad celebró en un ambiente de alegría con mariachis, música y una fiesta en honor tanto a la Virgen como a los dos sacerdotes que cumplían cuatro décadas de servicio. Mons. Luis, en sus palabras de agradecimiento, subrayó la importancia de la unidad en la fe: "María nos invita a confiar en el plan de Dios, a perseverar en la oración y a buscar la unidad. Nuestra fe no es individualista, sino comunitaria. Así como los discípulos estuvieron unidos en oración, también nosotros, bajo el manto de Nuestra Señora del Pilar, debemos mantenernos unidos, apoyándonos mutuamente y buscando en la oración la fuerza que necesitamos".
La celebración fue un reflejo de la profunda devoción mariana y el agradecimiento a Dios por el servicio sacerdotal del P. José Rivera Maldonado y Mons. Luis Miranda Rivera. Un testimonio de fe viva y de la importancia del sacerdocio como don de servicio a la Iglesia y al pueblo de Dios.
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